DPA UPV

Archivo

El concepto enfatiza el deseo de mantener una relación directa entre la forma del restaurante
y el paisaje circundante, de modo que la frontera entre el interior y el exterior disminuye al
máximo. El restaurante, que se integra a la perfección con el entorno rocoso, es una
continuación de la ruta de senderismo de Gestalgar y no su final. Al acceder al interior se tiene
la impresión de seguir el eje principal, que atraviesa todo el conjunto dando la impresión de
que lo separa cuando crean realmente es un conjunto inherente conectado por una lámina de
vidrio. La entrada se realiza por un camino verde generado por dos formas que salen de
terreno dibujando sus propias pendientes para poder crear la silueta del restaurante sin llegar
a conectarse. En dirección de la entrada principal se encuentra un corredor místico y
escondido en el que sus dos lados levantan las alturas de la cocina y la bodega, que
relacionándose dan el germen del concepto y abren sus puertas para la muestra de una
superficie totalmente libre e increíblemente brillante. El merendero se plantea en la parte
oeste del restaurante, al final del eje principal, y su funcionamiento es independiente gracias a
una relación separada con los servicios. El objetivo de crear este ambiente es diseñar un lugar
suficientemente tranquilo y misterioso que no tenga relación con el restaurante.