El proyecto nace bajo la idea de albergar un programa muy flexible y variable en usos a lo largo de su vida útil. Esto hace que la importancia del proyecto la albergue la colocación en planta de los núcleos de comunicación y núcleos húmedos entorno a los que se distribuyen los espacios diáfanos en cada planta.
La envolvente cobra especial importancia reforzando la idea de versatilidad del edificio, compuesta por una piel de lamas horizontales pétreas colgadas sobre una estructura de cables metálicos que permiten un juego interesante en la posición de las mismas. La distribución de estas piezas no es aleatoria, responde a la necesidad de protección solar del paño de vidrio que queda retranqueado del plano de fachada, distribuyéndose de tal forma que variando la separación horizontal y vertical de éstas se consigue mayor o menos opacidad frente al paso de la luz, actuando como filtro y creando en el interior un confort visual y térmico.
La estructura es junto a la piel pétrea el otro elemento fundamental del proyecto, distribuida bajo una marcada retícula cuadrada de 9 x 9 metros, permitiendo que en función del uso que se desarrolle en cada espacio se pueda compartimentar generando unos espacios suficientes o por el contrario dejar los espacios diáfanos sin ser un inconveniente la aparición de estos pilares.
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Piel y huesos
Miguel García Jiménez
Año:
2020
Curso:
PR4
Taller:
T01
Profesores:
Joaquín Asensi Roig