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Intervenir en el tejido histórico es siempre una tarea díficil por lo que debemos ser conscientes
de lo que allí hubo, para saber lo que hay y lo que en un mañana puede haber. Desde esta perspectiva
donde se sitúa al tiempo como concepto fundamental a la hora de abordar el proyecto, esta propuesta
se inserta en tres grandes vacíos urbanos de la ciudad de Valencia, concretamente en el Barrio del
Mercado, para buscar y dar una respuesta coherente con lo preexistente.
Un factor decisivo para ello es la concepción y el tratamiento del espacio público como una
estancia más del hogar que a través de diferentes filtros nos acerca hacia la ciudad. El abanico de
espacios diversos desde la estancia más íntima y privada hasta los grandes espacios públicos pasando
por lugares intermedios ponen de manifiesto cómo es posible una arquitectura donde se busque una
nueva forma de habitar y conectar los diferentes ámbitos de desarrollo del usuario.
A su vez, esta misma mirada se ha seguido en las distribuciones interiores de cada vivienda
donde las diferentes estancias se organizan en torno a un núcleo central para crear en su perímetro
una diversidad de uso en un espacio continuo.