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La Casa de Pisos se ubica en el centro de Valencia, en un trazado histórico oblicuo con rasgos
curvos procedentes de la red hídrica de la acequia de Rovella. Este entramado urbano de calles
estrechas e irregulares con edificaciones de carácter residencial forma todo un escenario,
creado por el paso del tiempo, que se transforma la esencia del proyecto.
Así pues, este surge con dos intenciones principales: por un lado, emular el jardín del convento
que hubo en el siglo XVIII y, por otro, rememorar la fachada principal del teatro Princesa. Es
por este motivo, que el volumen se cierra y adhiere a dicho trazado, para volcarse
enteramente al interior distinguiendo la construcción del vacío y completando la manzana.
Además, el proyecto se materializa mediante la extensión del pavimento, que invita a transitar,
desde la calle hasta el interior de la manzana otorgando unidad al conjunto.
El proyecto se caracteriza por un orden estructural que resuelve dichos trazos irregulares. Esta
estrategia se retoma al distribuir las viviendas, vinculando estancias húmedas y núcleos de
comunicación vertical al patio interior, permitiendo así una mayor versatilidad en el resto de la
vivienda. Además, de este modo, se ofrece una mayor funcionalidad mediante la dualidad de
usos de las estancias.
Es el conjunto de estos aspectos el que da sentido a la Casa de Pisos que es, por un lado, una
respuesta a un contexto y, por otro, una reflexión sobre la vida residencial en altura.