El proyecto nace de la voluntad de conservar, poniendo en valor aquellos elementos singulares, de importancia histórica para el barrio, sin que estos supongan un obstáculo arquitectónico. Por ello se propone proteger y transformar, creando espacios que combinan la tradición y la contemporaneidad.
De este modo un muro de mampostería pasa de guarecer y proteger el interior, a articular grandes espacios abiertos comunicados. Este es cubierto por una piel contemporánea, confiriéndole así la posición de anfitrión, el cual invita a descubrir hasta el último rincón. A su vez, la que sigue siendo una fachada de referencia en el barrio, conserva su encanto mientras avanza que, tras ella, aguarda a los nuevos visitantes para devolverle la vida que antaño tuvo La Torre. El que había sido un espacio productivo industrial, ahora se ofrece como un espacio sociocultural productivo, pues pasa a ser el motor energético del lugar. Completamente verde y sostenible abastecerá con energía renovable tanto a él mismo como al barrio, dando así un gigantesco paso hacia el futuro. Finalmente el complejo es concebido de principio a fin para asegurar que cualquier persona pueda habitarlo. La contemporánea piel exterior, formada por las fachadas y cubiertas, se articulan creando una secuencia de espacios comprensibles, creando así un lugar cognitivamente accesible.
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Centro Social y Escuela de adultos en La Torre
Azael Cazorla Santana, Santiago Molina Martinez
//Matrícula de honor
Año:
2020
Curso:
PR5
Taller:
T01
Profesores:
Eva Álvarez, Marilda Azulay, Carlos Gómez, Miguel Noguera, Mariado Villaescusa