El proyecto del centro de encuentro cultural propone la reactivación de la actividad local, fomentando nuevas actividades junto a la relación laboral de un artista a través de la arquitectura. Como lugar se ha elegido una parcela muy peculiar de la localidad, en la cual nos encontramos elementos dotados de gran carácter cultural que dan forma a nuestra propuesta. A través de una reinterpretación de la huerta y tradición, entre los volúmenes principales podemos encontrar una serie de viviendas entrelazadas que se adaptan a las necesidades de la parcela, la rehabilitación y puesta en valor de una antigua Almazara y el edificio principal, un volumen continúo resuelto en una sola planta, donde encontramos una sala de exposiciones y los talleres de trabajo de los futuros artistas. El volumen principal está comprendido por una estructura de hormigón armado con un revestimiento continuo que le otorga un carácter monumental relacionado directamente con la actividad que alberga su interior. Su acceso se realiza desde una plaza pavimentada frente a la Almazara que supone el espacio central de la intervención, desde este núcleo de conexión surge una ligera rampa con una pendiente mínima (salvando así la acequia preexistente) que nos eleva hasta la entrada del edificio generando un pequeño mirador.
