En el céntrico barrio de Ruzafa encontramos la autodenominada ‘manzana perdida’, un híbrido entre la manzana canónica propuesta por Cerdá y la manzana compacta derivada de la antigua alineación del poblado de Ruzafa. Este proyecto pretende recuperar las virtudes de la manzana de ensanche, que vive de un patio verde en su interior, adaptándola a las singularidades del barrio valenciano.
Se propone un bloque de vivienda social en forma de ‘L’ que se esfuerza por abrazar las preexistencias y completar la manzana pero que debido al fuerte arraigo de las antiguas alineaciones del pueblo de Ruzafa no llega a tocar las medianeras saliéndose de la alineación ortogonal en el lado este. Como consecuencia se generan un mayor número de fachadas útiles que son la base sobre la que se apoya el núcleo del proyecto, unos corredores forrados en su perímetro por un sistema de filtros metálicos co- rrederos para la protección solar que presentan una gran transparencia interior-exterior y la opacidad adecuada exterior-interior. Dichos corredores actúan como grapas adosándose a la cara del bloque que recae sobre el patio de manzana, un patio gobernado por un jardín interior que intenta cubrir las exigencias del barrio al mismo tiempo que recupera las antiguas aspiraciones del urbanista del XIX.
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Completando la manzana
Tono Vidal Mullor
Año:
2021
Curso:
PR2
Taller:
T02
Profesores:
Ana Navarro, Sara López