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La edificación se sitúa en un solar de Valencia, prácticamente cuadrado al final del paseo de la Alameda, próximo al parque del Turia. El proyecto consiste en un colegio de educación infantil y primaria público. Se parte del análisis de diferentes referentes, destacando la Escuela Garbí de MBM, de la cual se toma como idea principal la elaboración de una escuela a partir de la metáfora de la ciudad. Se proyectan dos edificios uno de infantil y otro de primaria, para atender mejor las diferentes necesidades de los niños según edades. El edificio de primaria se organiza entorno a un gran espacio polivalente a doble altura, que unas veces se puede utilizar de comedor, otras como aula magna,... metáfora de un ágora romano. A partir de ese gran espacio se articulan las aulas, prestando especial atención a su relación con el espacio exterior, para permitir la docencia al aire libre cuando pueda ser conveniente. La construcción se realiza teniendo en mente economía y practicidad, por lo que se opta por un sistema de pilares y vigas prefabricadas de hormigón armado y losas alveolares, tanto para forjados como fachadas. Es un sistema de construcción tradicionalmente utilizado para naves industriales. Con esta materialidad un tanto brutalista, a parte de garantizar una elevada durabilidad con bajo mantenimiento, a nivel emocional, se intenta acostumbrar a los niños a un ambiente más duro, que favorezca su autonomía y los prepare mejor para el mundo real.