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La armonía entre naturaleza y arquitectura era innegociable, una suerte de imperativo espiritual que nos ha servido de guía en este proyecto de Capilla, planteado como una pausa en el camino para los peregrinos del Camino de Santiago que avanzan por las tierras castellanoleonesas entre campos cultivados de cereales.
Transmitir belleza y sentido, integrando los elementos de la naturaleza (luz, agua y tierra) como parte del proyecto y utilizando materiales que pudieran fundirse con el espacio.
La construcción se ubica a la orilla del Canal de Castilla, en honor a su historia, y pasa a integrarse en el paisaje, confundiéndose entre los árboles y dejando al agua mojar la cubierta en su parte más baja. El agua adquiere un gran protagonismo.
Si la arquitectura religiosa se ha caracterizado por ser la más avanzada en cada época. En la actualidad, la arquitectura más avanzada es la más sostenible. El ladrillo es el material de referencia. Por ello, se ha optado por una cubierta de catenaria, una tela suspendida invertida, en la que cada punto de la estructura realiza una función. Consiguiendo trabajar el ladrillo de forma óptima y de una manera consciente.