En este proyecto se plantea una urbanización de 28 viviendas distribuidas en las 2 parcelas unidas por un eje transversal, situadas sobre subparcelas de 400 m2 con dos tipologías de forma. Se plantean módulos de 2, 3 o 4 bloques, que ordenan el conjunto permitiendo espacios amplios en los centros de las grandes parcelas y recorridos de 5 metros.
La propuesta urbanística del conjunto parte de la idea de jugar con elementos horizontales continuos que guarden una relación con las tipologías de viviendas planteadas basadas en la importancia del elemento horizontal frente al vertical. Se plantea un pavimento continuo horizontalmente de cerámica, a dos escalas, interrumpido tanto en recorridos como en espacios abiertos únicamente por dos variantes; crear zonas verdes de interés para el conjunto urbano en las que se encontrarán diversas especies vegetales y un cambio de tonalidad del pavimento cerámico para marcar los accesos de las viviendas. En el parking encontramos también los materiales característicos del conjunto; una malla verde y cubiertas de madera.
En la esquina del conjunto se plantea un recinto que contiene las dos edificaciones que servirán de gimnasio y de sala polivalente, con una arquitectura singular respecto al conjunto.
