“ENTRE CUATRO PAREDES” nace de una reflexión realizada durante los meses de confinamiento debido a la pandemia del Covid-19. Las relaciones sociales y con el medio urbano se apagaron por la escasa preparación de la vivienda actual, que establece unos límites muy rectos, muy opacos, entre los binomios “dentro-fuera” e “individual-colectivo”.
El ejercicio se divide en dos piezas arquitectónicas enlazadas por una planta baja hundida respecto a la cota de acera, que separa al peatón de la agresividad de una previsible línea de tranvía. Un espacio exterior con terrazas a diferentes niveles que desembocan en un escenario público que celebra y articula la pieza arquitectónica de mayor tamaño.
Esta, diseñada para ser un punto de preparación a la “independencia” de parte de la población que, por sus circunstancias personales, han vivido hasta el momento bajo el cuidado de una tutela, combina dos piezas lineales donde las relaciones espaciales se realizan en sección, privatizándose la misma a medida que asciende la altura. Unidades que funcionan como “grandes calles” donde cada individuo es dueño de un reducto último de privacidad, a la vez que está apoyado directamente por una comunidad con un objetivo común.
La segunda pieza arquitectónica consiste en una pequeña torre que presenta tres módulos habitacionales superpuestos. Dos de ellos funcionan como residencias comunes disponiendo siempre de un espacio de intimidad, y el tercero funciona como un “vacío” en la sección, un espacio ex
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Entre cuatro paredes
Lourdes López Vílchez
//Matrícula de honor
Año:
2020
Curso:
PR5
Taller:
LH
Profesores:
José Durán, Juan Pedro Romerá