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On Site: Proyecto Agrocenter en la Huerta Valenciana

Borja Alcover Bueno

Año: 2022
Curso: PFC
Taller: T03
Profesores: Francisco Luis Mestre Jorda
Categoría: Obra pública

La huerta valenciana conforma un paisaje histórico que moldea desde hace siglos las comarcas de la Huerta
Norte, la Huerta Oeste, la ciudad de Valencia y la Huerta Sur (a las que da nombre) hasta toparse con la Albufera.
Dentro de esta extensa área geográfica, el encuentro de la huerta con los núcleos urbanos es motivo de
conflicto constante, además de su progresiva degradación y pérdida de territorio en favor de las expansiones
urbanas.
En el borde norte de la ciudad de Valencia, la UPV limita con la huerta que, en este punto, se ha visto encerrada
por la propia universidad, el barrio de la Patacona y la construcción de la V-21. Como consecuencia, las barreras
mencionadas dan lugar a un espacio residual que presenta los factores propicios para caer en el abandono
y, posteriormente, desaparición.
El proyecto Agrocenter se alza entre estas tres fronteras y tiene como principal objetivo devolver la vida a la
huerta tratando, a su vez, de no influir en sus actividades cotidianas y necesarias para su subsistencia, puesto
que se trata de un espacio productivo.
De tal forma, el proyecto funciona como un filtro entre la ciudad y la huerta que promueve su puesta en valor
y conservación. Para ello, el edificio constituirá una unidad permeable, de baja altura, que se encuentra en
constante relación con su entorno, que le da forma y con el que interactúa. Las huertas, el cielo, caminos y
acequias son protagonistas en un edificio que pretende crear diferentes espacios y climas, orquestad

Agrocenter
Frente a la inmediata necesidad de protección, conciencia y revalorización de la huerta, nace el concepto de Agrocenter. Un edificio que aspira a convertirse en la herramienta social y paisajística que
logre hacer frente a los dilemas que este espacio natural y agrícola plantea.
Atraer a la población, despertar su interés, enseñar, sensibilizar, unificar a las diferentes generaciones y ofrecer un nuevo espacio público de calidad a la ciudad son algunos de los objetivos que dan forma al proyecto y al programa. Teniendo como base la actividad docente, el edificio también dispondrá de servicios como biblioteca, auditorio, salas polivalentes, museo o mercado.
Pretendiendo influenciar tanto en sus usuarios como en su entorno, el edificio procura regenerar y reactivar un área agrícola que avanza hacia el abandono, así como enlazarse con la ciudad funcionando como complemento de la Universidad Politécnica de Valencia.
Puerta de entrada a la huerta, filtro entre ésta y la ciudad, puente entre ambos mundos que se sienten tan distanciados en la actualidad.

Idea
La idea del proyecto nace directamente de las experiencias vividas en la huerta. Paisaje heterogéneo, irregular, cambiante, dominado por una topografía plana que genera visuales de gran extensión y sin elementos en altura. Siempre acompañado por el agua que fluye por las acequias, por el olor de los vegetales y del mar. Tan ruidoso como silencioso y tan agradable como incómodo, la continua lucha entre espacio natural e industrial se hace palpable.
Como resultado de la combinación de estos elementos, tras visitar el lugar, lo que prevalece como recuerdo es la imagen de dos planos enfrentados que, infinitos, se convierten en dos líneas. Dos colores, dos texturas, el suelo y el cielo, un cuadro de Rothko.
Con la necesidad de desarrollar un amplio programa pero con la intención de interferir lo menos posible en el paisaje, su busca “poner techo” a la huerta, proyectar un espacio en constante contacto con el exterior, con su entorno. Un techo que cobije al usuario a través del recorrido que supone circular por el edifcio.
Heterogéneo, de formas rectas y baja altura. Una serie de llenos y vacíos, de espacios amplios y visuales extensas. Dependiente del soleamiento y de las acequias y caminos. Diferentes formas y texturas que variarán en función de la hora del día y la época del año.
Apoyado en el borde urbano, el edificio hace las veces de balcón y puente hacia la huerta, pudiendo habitarlo de manera contemplativa o activa, pues el programa lo permite. Su función principal es la de ser intermediario entre ambos frentes, demostrando que su coexistencia es posible.

Dos planos apoyados sobre la huerta que se convierten en dos líneas. El edificio nace y vive para la huerta, siendo concebido desde la influencia que ejercerá en el paisaje, desde su funcionamiento hasta las visuales que va a generar desde dentro y fuera. Su forma y esquema funcional recuerdan a algunas de las obras más conocidas de Mies van der Rohe, quien también ha sido una fuente de inspiración en diferentes puntos del desarrollo del proyecto por su sencillez formal, limpieza del espacio interior y la fuerza estructural y material.

Reflexión espacial
La distribución general del programa en el edifcio surge de la planificación de las circulaciones de los usuarios, según el tipo de actividad que vayan a realizar o de dónde provengan. De esta forma, los usos públicos como la biblioteca, el auditorio o la cafetería se encuentran en el bloque más cercano a la ciudad, el de mayor altura y opacidad, sirviendo como espacio más privado y protegiendo a la huerta de un uso masivo o ocasional.
Desde estos espacios la huerta esta tan presente como la ciudad, siendo el edificio que cumple la función de filtro. Aún gozando de visuales y de contacto con el paisaje, no se entremezcla con él, pues supondría un exceso de ocupación, de movimiento, que podría afectar al entorno.
Por otro lado, los edificios dedicados a administración y aulario, los usos más estáticos, frecuentados y longevos, precisan de un contacto directo y prolongado con la huerta (aulario) y con el ágora central (edificio administrativo). Más permeables y abiertos, atraen el paisaje al interior y sirve como herramienta de trabajo e inspiración.
El bloque dedicado al espacio de exposiciones y museo, el más adentrado en la huerta, tiene una relación contemplativa con la misma. A medio camino entre la opacidad y la transparencia, las conexiones con el exterior, tanto el ágora como el paisaje, son moderadas. Aún con la opción de abrirse, se prioriza el uso interior e intenta exponer el paisaje como un elemento más del museo del que deleitarse durante el recorrido del mismo.
Por último, el ágora, ocupando el lugar central pretende convertise en el núcleo de actividades más multitudinarias como el agromercado y, así, llegar a ser el lugar de reunión de todos los usuarios del proyecto, un espacio de convivencia al aire libre.
En cuanto al interior del edificio, se proyectan espacios diáfanos, eliminando todas las barreras posibles para crear un clima de conexión y comunidad en el que el mobiliario jugará un papel decisivo. Para ello, se empaquetan los servicios en bloques que permiten liberar el resto de la planta de elementos
divisorios.

Materialidad
El material más recurrente a lo largo de todo el proyecto es el acero, que da forma a la estructura. Con ello, se pretende otorgar un aspecto moderno a la vez que industrial, creando una nave con muros que se desmaterializan para conectarse con el entorno.
En consecuencia a la idea de proyecto, los cerramientos tratan de ser permeables y transparentes, siendo en su gran mayoría de vidrio pero cuidando el soleamiento. Así, en las orientaciones este y oeste surgen pinceladas de ladrillo, detacando la celosía de planta primera. Un material tradicional cuyas fábricas, “rajolars”, suponen todo un hito arquitectónico y cultural de Valencia, recuerdo de la intensa actividad industrial que desarrolló el sector en los siglos XIX y XX.
En cuanto a la orientación norte, se mantiene libre de elementos opacos y permite la entrada total de luz, ideal para los espacios de administración y las aulas. Por último, la orientación sur conserva el mismo aspecto que la cara norte pero con voladizos de protección, siendo éstos una extensión de la propia cubierta.
En cuanto al interior del edificio, se opta por mantener un pavimento continuo que no zonifique, que comprenta el edificio como una unidad y se extienda hasta el exterior. Los revestimientos de las paredes se presentan de color blanco y, de igual forma, continuos.
El mobiliario de madera jugará un papel decisivo en cuanto distribución y materialidad, siendo un elemento distinguido y reconocible.
El ágora central mantiene un estilo de pavimento similar, pero marcando las líneas de estructura con piezas diferentes y aprovechando esta distinción para situar puntos de recogida de aguas pluviales e iluminación. La vegetación ubicada junto a la circulación norte se compondrá de zonas de césped y moreras blancas, mientras que en la parte sur, un área de césped separa el ágora de las aulas.