El proyecto busca reinventar el concepto de las paradas de bus. Las paradas de bus actuales son elementos de poca presencia que se dedican a cubrir el sol y darte un asiento donde esperar 10 o 15 minutos a que llegue tu autobús, el proyecto busca mirar estos espacios desde un punto de vista diferente.
¿Porque no convertir la experiencia de esperar al bus en algo agradable?
Para ello la propuesta usa rastreles de madera de teca para generar un espacio diferenciado del resto de la calle no solo con el material empleado si no también elevando el pavimento sobre unas vigas de madera. Dentro del recinto de la parada destaca la cubierta, realizada mediante vigas con forma de zig zag apoyadas en los muros laterales. Cubierto por estas vigas encontramos un banco de espera y el cartel de información.
El acceso a la parada se plantea desde dos puntos: por un lado encontramos una rampa que permite acceder a la parada a personas con movilidad reducida y por otro lado tenemos un acceso directo desde la zona peatonal mediante escalones. El embarque al bus se realiza por una plataforma que se extiende de la propia parada para encontrarse con la calzada.