La manzana perdida de ruzafa ha sido el punto de partida de este proyecto.
En ella tiene lugar la inserción de 4 volúmenes, los cuales quedan unidos mediante un pavimento que unifica la cota 0 de los edificios preexistentes, el edificio nuevo y los pabellones. Los 3 pabellones son de una planta, en ellos albergan equipamientos sociales y culturales. Este suelo está formado por piezas que se deslizan creando un ritmo de pavimentos, zonas verdes y bancos corridos.
A pesar de mantener la idea de manzana cerrada se busca en alzado abrir las visuales dando lugar a 3 entradas siendo 2 de ellas cubiertas recordando la ordenación de la antigua manzana.
En cuanto a la conservación de la manzana se preserva la fachada de mayor valor histórico creando una relación con el nuevo edificio mediante unas terrazas.
La manzana perdida de ruzafa ha sido el punto de partida de este proyecto.
En ella tiene lugar la inserción de 4 volúmenes, los cuales quedan unidos mediante un pavimento que unifica la cota 0 de los edificios preexistentes, el edificio nuevo y los pabellones. Los 3 pabellones son de una planta, en ellos albergan equipamientos sociales y culturales. Este suelo está formado por piezas que se deslizan creando un ritmo de pavimentos, zonas verdes y bancos corridos.