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El proyecto se encuentra ubicado en la antigua manzana perdida de Ruzafa, Valencia, tratando
de adaptarse a su entorno. El concepto del proyecto es la creación de un gran volumen
“flotante” con un anillo alrededor que diera acceso a los diferentes bloques que lo componen.
Es un conjunto de edificios que actúan como una residencia, en los que las dotaciones están
ubicadas en uno de los edificios preexistentes de la manzana y en planta baja. En estos edificios
se encuentran viviendas de tres tipos, la primera es una célula destinada a estudiantes, de
pequeño tamaño para una, dos o tres personas máximo. En segundo lugar, se encuentra la
vivienda doble, cuyos usuarios son parejas jóvenes, que puedan conseguir un alojamiento
económico y puedan independizarse juntos. Por último, la vivienda 3+1, destinada a familias con
uno o dos hijos. Todas estas tipologías van destinadas a parejas y gente joven.
Se trata de un conjunto de volúmenes que van creciendo en altura, dejando la planta baja libre,
situada sobre pilotes que crean una zona de múltiples usos. Por tanto, la parte inferior de los
bloques, la cota cero, se utiliza para usos dotacionales como son espacios de coworking, así
como zaguanes, para acceder a las viviendas. Estos espacios se han diseñado con cajas de vidrio
y pilares metálicos que se retranquean del plano de fachada, contrastando materialidad y uso.