El proyecto consiste en una intervención en Gestalgar aprovechando su playa fluvial, con el fin de incrementar el turismo y evitar la despoblación de este pueblo. El proyecto consta de dos partes: un edificio de viviendas con habitaciones de alquiler y un centro de talasoterapia con restaurante.
En el bloque de viviendas se ha creado una serie de retranqueos en la fachada sur para disminuir la monotonía y a la vez servir de modulación del edificio separando las distintas viviendas. También se ha introducido un patio inglés que llega hasta la planta de aparcamiento que dota de iluminación a este y además permite la colocación de ventanas en la fachada norte del bloque, que se encuentra a una cota inferior a la de la calle.
Para el diseño de las termas se sigue la misma modulación anterior, creando así una relación visual. En este proyecto la fachada tiene una gran importancia ya que es un elemento singular que lo diferencia. Se trata de una sucesión de lamas de hormigón prefabricado en forma de diente de sierra, que permite un sistema único tanto para paños ciegos como para ventanas, mediante la eliminación de lamas en una dirección sacrificar el aspecto de la fachada.
Por último, es importante la conexión entre ambos edificios que se realiza a dos niveles, una a la cota del restaurante, mediante el aparcamiento y otra a cota inferior, mediante un pasadizo enterrado, que comunica las habitaciones de alquiler con las termas.
