El proyecto se encuentra ubicado en la zona de la Cruz Cubierta de Valencia, y se desarrolla un
edificio residencial que comparte parcela con unas naves preexistentes.
El concepto es la creación de volúmenes separados y unidos mediante un elemento lineal. El
edificio se comporta como una transición de alturas entre las naves y los edificios de la manzana.
En primer lugar, se realiza en dicha parcela una retícula adaptándose al módulo de las naves,
que dan como resultado la creación de la trama de los volúmenes que luego conformarán las
viviendas. Los volúmenes se unen mediante una estructura auxiliar de metal dando lugar a una
única unidad y estableciendo conexiones visuales entre el interior y el exterior de la parcela.
El conjunto se compone de “cajas de hormigón”, cuya altura y longitud es variable, pudiendo
establecer relaciones entre ellos. En dichas cajas se localizan las unidades residenciales,
diferenciando dos tipologías de viviendas, adaptadas y sociales. Esto crea un complejo en el cual
se intercalan en los diversos bloques espacios dotacionales.
Finalmente, en cuanto a materialidad podemos concretar que el edificio se compone de muros
de hormigón armado, con carpintería de madera y envolvente metálica.
