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Entre el Almudín y la Iglesia del Salvador. Recuperando el Jardín

Adrián Más Navarro

// Incluido en la exposición 2022

Año: 2022
Curso: PR5
Taller: T03
Profesores: Lourdes García Sogo
Categoría: Vivienda

El barrio tiene un carácter solemne producido por la vejez, la edificación másica y las plantas bajas desprovistas de servicios. Se plantea así una vivienda colectiva, permeable en su uso para los paseantes, que ofrezca su planta baja para la dinamización social (mercado, casa del pueblo, y oficinas-taller).

La manzana se presenta hacia el visitante como un enorme cuerpo que se perfora para permitir traspasos. La composición, desprovista de ornamentos, es una abstracción del del entorno, generando un ritmo clásico en los alzados. Desde el exterior unitario hacia el interior múltiple, cada vivienda se expresa en pliegues con toda su individualidad, ofreciendo un balance entre la fachada de gravedad antigua, y un interior fragmentado y amable.

Respecto al jardín, se han evitado tapices verdes en los pavimentos, dado que produciría una rotura visual con la continuidad maciza de los suelos que recorren el barrio. En su lugar, se aprovechan los balcones perimetrales como canales verticales de vegetación, permitiendo una presencia mayor, una mejora del confort climático y una liberación del suelo para el desarrollo de cualquier actividad.

Se forma así, un fragmento de ciudad a descubrir a través de sus escasas aberturas, que sorprenda cuando, al atravesar el umbral, te encuentres con las terrazas plenas de madera y vegetación, contrastando con la rigurosidad aplicada en el contorno exterior.

El barrio tiene un carácter solemne producido por la vejez, la edificación másica y las plantas bajas desprovistas de servicios. Se plantea así una vivienda colectiva, permeable en su uso para los paseantes, que ofrezca su planta baja para la dinamización social (mercado, casa del pueblo, y oficinas-taller).

La manzana se presenta hacia el visitante como un enorme cuerpo que se perfora para permitir traspasos. La composición, desprovista de ornamentos, es una abstracción del del entorno, generando un ritmo clásico en los alzados. Desde el exterior unitario hacia el interior múltiple, cada vivienda se expresa en pliegues con toda su individualidad, ofreciendo un balance entre la fachada de gravedad antigua, y un interior fragmentado y amable.

Respecto al jardín, se han evitado tapices verdes en los pavimentos, dado que produciría una rotura visual con la continuidad maciza de los suelos que recorren el barrio. En su lugar, se aprovechan los balcones perimetrales como canales verticales de vegetación, permitiendo una presencia mayor, una mejora del confort climático y una liberación del suelo para el desarrollo de cualquier actividad.

Se forma así, un fragmento de ciudad a descubrir a través de sus escasas aberturas, que sorprenda cuando, al atravesar el umbral, te encuentres con las terrazas plenas de madera y vegetación, contrastando con la rigurosidad aplicada en el contorno exterior.