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Este proyecto parte de unas preexistencias generadas a partir de la trama antigua de ruzafa, que, tras el crecimiento de la ciudad y el desarrollo del ensanche, quedaron superpuestas dando lugar a una manzana desordenada donde se sitúa la propuesta. Partiendo de la situación inicial, se desarrolla una nueva trama basándose en los recorridos que nos marcaban las antiguas calles. La idea principal de la intervención pretende crear un espacio intergeneracional a modo de gran plaza que sirva como lugar de encuentro en una zona del barrio que hasta ahora se encontraba abandonada. Se libera la planta baja, dejándola abierta y añadiendo zonas ajardinadas que además de crear zonas de paso agradable generan lugares que invitan a quedarse, así se conforma la gran plaza. El proyecto cuenta con tres volúmenes verticales, de siete, seis y cinco plantas, y otro horizontal, situado en la primera planta, que atraviesa los volúmenes anteriores y llega hasta la preexistencia formando una diagonal. También se crea un pasaje entre ambos volúmenes que pretende dar un nuevo acceso a la manzana. Con dicho pasaje, la creación de planta baja libre y una sucesión de amplias terrazas en diferentes alturas se crea un espacio donde no existe un límite definido interior-exterior. Mediante esta distribución de la manzana se consigue una unidad que no existía anteriormente, a la vez que se crea un espacio público considerable y se dota de un nuevo acceso digno.