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El proyecto consiste en una vivienda unifamiliar en el Mediterráneo, encargada por el escultor español Jaume Plensa para pasar sus vacaciones con su esposa.
La casa se encuentra en un conjunto de cuatro parcelas, una de las cuales pertenece a un vecino. Estas se ubican en un acantilado con vistas a una cala por el norte. Así, el proyecto se enfoca en aprovechar al máximo la ubicación privilegiada de la casa y en crear espacios cómodos y funcionales que permitan a los propietarios disfrutar de sus vacaciones en paz y tranquilidad.
De esta manera la casa está orientada al norte para obtener las mejores vistas, pero esto también limita la entrada de luz natural, lo que se resuelve con un patio que proporciona luz y vistas al mismo tiempo.
Se compone de varios módulos que se maclan y encajan creando huecos que dan lugar a espacios interiores y exteriores.
La casa está organizada en dos plantas. En la planta baja, encontramos los espacios de día, como un salón, comedor y cocina en un mismo espacio diáfano, además de una zona de estudio-biblioteca que rodea un patio interior. La planta superior cuenta con un almacén y dos dormitorios, uno principal con terraza y otro para invitados, ambos con vistas al mar.
En conclusión, la casa ofrece un lugar tranquilo y silencioso para que Plensa y su esposa disfruten de sus vacaciones junto al mar Mediterráneo.